lunes, 25 de agosto de 2008

Trabajo Parcial 1. Ensayo


El Plagio en mí Vida

La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de rehusarse a adquirirlos" (Karl Popper)

El presente ensayo tiene el proposito de dar a conocer los momentos en los que reconozco fui deshonesta, la disyuntiva de lo honesto y deshonesto, ¿Cómo reconocer si mis acciones son deshonestas?, ¿En qué momento de mi vida soy o fui deshonesto?, ¿Cuáles son las causas principales que me llevan a proceder sin ética?, esta y otras preguntas me llevan a reflexionar en lo que es el plagío y como evitarlo en los diferentes ámbitos de mi vida, así como establecer un compromiso con mi persona para buscar acciones en las que pueda evitar que las nuevas generaciones tomen conciencia de la importancia del buen uso de la información.

El plagio suele cometerse con mayor recurrencia de lo que muchas veces imaginamos, según Cerezo (2006) “todos, en diversas ocasiones de nuestra vida hemos caído en él, de manera inconciente, cuando hablamos o escribimos las ideas de otros como si fueran propias”[1], y es que de alguna manera, lo realizamos como algo normal en nuestras vidas y de manera inconciente, Rojas Soriano (1992) dice “el fenómeno del plagio se comete deliberadamente o por ignorancia ya que se observa no solamente en las comunidades estudiantiles sino también, en profesores, investigadores y funcionarios de gran prestigio, esto se debe, al desconocimiento de las normas”[2] descritas en el modelo editorial APA, las cuales fueron implementadas por las instituciones académicas, para en citar y referenciar de forma consistente a los autores de los textos de donde tomamos las ideas para sustentar nuestras investigaciones, con la finalidad de evitar ser plagiarios.
La importancia del buen uso y manejo de la informacion
En mi experiencia personal después de leer el documento de Rojas Soriano, vienen a mi mente, recuerdos de tiempos como estudiante universitaria, durante mi formación académica no recibí instrucción alguna para citar a los autores en quienes basaba los trabajos, como dice Rojas, (1992) “me bastaba con anexar un listado bibliográfico”, en aquellos tiempos jamás tuve la conciencia de estar cometiendo un delito y la palabra plagio no tenía sentido ya que estaba fuera de mi contexto, en ese tiempo, no tome conciencia de que, lo que hacia estaba mal y mucho menos que fuera deshonesto, la gran cantidad de información que en ese tiempo tuve en mis manos la use y, la interpreté como si fueran ideas propias, por mi parte ahora que reflexiono, pienso y no por excusarme, que se trata de una ignorancia total de lo que el omitir las fuentes representa. Ciertamente la metodología de la investigación es una materia presente en mi currícula de formación académica profesional, a la que no preste la mayor importancia y mucho menos visualice lo que hoy representa, en esos momentos pensaba, de acuerdo con Cerezo (2006) “los conocimientos nos pertenecían a todos y, los que me interesaban los utilizaba, sin importar de donde provenían, ni quien los había creado”[3], y no solo fueron los escritos también las ideas para desarrollar proyectos, incluso en mi memoria laboral con la que obtuve mi título tengo menos referencias de las que en verdad me apoye, ya que en ese momento solo me intereso sustentar lo que afirmé, escudándome únicamente con la bibliografía y, refiriéndome a los manuales que me proporcionó la empresa que me brindó su apoyo.
Durante muchos años no pensé haber sido deshonesta en mi proceder, todavía hasta hace pocos meses pensaba de la misma manera de acuerdo con Rojas (1992), “en mi practica docente, ante una clase nunca hacía referencia para “dar crédito a los autores, de tal manera que plagiaba los planteamientos que estos publican en sus libros, artículos o documentos, los cuales utilizé para desarrollar mis propias ideas”[4].
Ahora reflexiono que de la misma manera como yo procedí, existe una gran cantidad de estudiantes y profesionales ignorantes de lo que hacen, sin darse por enterados de la conducta deshonesta con la que proceden, pienso que, en gran medida las instituciones educativas básicas y medio superior deberían preocuparse más por la formación que ofrecen, y asegurarse de incluir y aplicar en los planes y programas la importancia que tiene el manejo honesto de la información, “ya que un perfil académico y laboral en el siglo XXI no se concibe sin un pleno dominio de la lectoescritura, respetando lo propio y lo ajeno”[5] (Cerezo Huerta, 2006) para que los jóvenes sean profesionistas respetuosos de los derechos, trabajos e ideas que nos comparten los autores para incrementar nuestro conocimiento.
Mi encuentro con el APA
Cuando se presento en mi vida la oportunidad de estudiar una maestría, empecé a escuchar acerca del manual APA, al inicio no le dí mucha importancia y esto lo puedo observar en el ensayo que escribí, el cual no contiene ni una sola cita, en la retroalimentación, mi tutora me hizo las indicaciones sobre mis carencias, solo hasta ese momento me interesé en revisarlo para aplicarlo, esta tarea no es fácil, sobre todo, comprender los intereses y derechos que tiene sobre la información los autores, ya que cuando la necesidad de originar un texto propio y que sea el resultado de una investigación regularmente recurro a sustentarla en las ideas de autores reconocidos que han investigado los temas con mayor profundidad.
Desde un punto de vista de la democracia, en un mundo en donde existe una gran diversidad de ideas e intereses, es importante considerar que, se deben establecer normas, de acuerdo con Morín, (1999) “ hay que proteger las ideas y opiniones y también la diversidad de las fuentes de información y de los medios de información (prensa y demás medios de comunicación), para salvar la vida democrática”[6].
Después de haber empezado a tomar conciencia de la forma tan sencilla de cometer plagio, como menciona Morín (1999) “respetar en el otro a la vez tanto la diferencia como la identidad consigo mismo[7]” es una de las características que debo de asumir durante el manejo de información, así como, comprender la importancia de ser honesta para redactar considerando que si tomo las ideas de otras personas, debo darles el crédito en el escrito realizado.
La ética en el ámbito familiar
La ética es un valor que se infunde desde el ámbito familiar, el ser honesto y responsables ante nuestros actos desde pequeños nos permite comprender un poco más la importancia del respeto al derecho ajeno como bien lo señaló Juárez, esto se aplica en el transcurso de nuestras vidas, y en la actualidad nos vemos tentados a faltar a nuestros valores, cuando estamos ante intereses de por medio, sobre todo económicos o para satisfacer nuestro ego, este último es intangible pero con mucha fuerza ya que de acuerdo con Morín, (1999) “analizar desde el punto de la ética nuestras acciones conlleva a eliminar las diferentes formas de conducta contrarias a esta, lo cual origina la incomprensión”[8], esto nos lleva a pensar que la incomprensión de lo honesto y deshonesto evita la existencia de una relación positiva entre las sociedades, empezando por la familia.
Ética profesional
Saber aplicar la ética ante el uso de información, es una educación que debe de ser instruida en los centros educativos desde que iniciamos nuestra formación académica, como docente estoy comprometida a difundir el buen uso de la información con mis alumnos, para que no cometan plagio.
Como investigador y de acuerdo con Morín (1999), “debo de ser tolerante para aceptar ideas contrarias a las mías comprender los objetos de estudio, de manera que el análisis de los mismos debe ser no solo desde el ángulo que me interesa, si no desde diferentes puntos”[9], para lograr comprender acepto que no soy capaz de considerar, ver o descubrir todos los posibles elementos que intervienen en un problema u objeto de estudio, por lo tanto necesito recurrir a las obras de autores que se han dedicado a observar y comprender desde una disciplina especial, el reconocer que el origen de la fuente o el trabajo de un autor, que me ayuda a comprender, argumentar mis observaciones y resultados.

En conclusión la reflexión que me origina el tema del plagio, me permite ver que no cabe duda que cada día aprendo algo en los diferentes ámbitos que me desarrollo para ser mejor y, en el poco trayecto que llevo en la maestría, me he quitado varias de la infinidad de vendas que tengo sobre los ojo. Sinceramente me sentí muy mal cuando empecé a leer sobre el plagio y la ética en los centros de estudio y de la completa ignorancia en la que me encontraba, ya que muchos de los que nos hacemos llamar profesionales y estudiantes comprometidos, cometemos plagio cuando menos lo pensamos. Por lo tanto el compromiso que tengo como formador de jóvenes me obliga a ver mis acciones con una crítica más estricta, ya que para enseñar debo de dar el ejemplo de vida ante los demás y sobre todo conmigo misma.

[1,3,5] Cerezo, H. (2006). Aspectos éticos del plahio académico de los estudiantes universitarios. Elementos No 61, Vol.13, p.31.. Consultado en 1 de abril de 2008 en http://www.elementos.buap.mx/num61/htm/31.htm.

[2,4] Rojas Soriano, Raúl (1992). Formación de investigadores educativos. México: Plaza y Valdés.

[6,7,8,9] Morín, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Recuperado el 26 de Septiembre de 2008, en el siguiente link: http://www.udlap.mx/rsu/pdf/1/LosSieteSaberesNecesariosParaLaEdudelFuturo.pdfRojas





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